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Episodio 5

Hace unos años alquilé un vehículo utilitario para transportar mi equipo a cada actuación.

Un día voy a mi actuación. Varios vehículos policiales me detienen. Están convencidos de que soy un bandido que conduce un vehículo robado.

Tras comprobarlo, se dan cuenta de que la empresa de alquiler de vehículos había declarado por error el vehículo robado. Finalmente me dejaron ir.

Cuando regresé de mi actuación, alrededor de las 6 de la mañana, varios vehículos policiales rodearon mi vehículo para arrestarme. Se dan cuenta de que es un error (el vehículo no fue robado). ¡Aprovecharon para medir mi contenido de alcohol en sangre! Afortunadamente había dejado de beber alcohol (ver episodio 3, increíble pero cierto). Salí libre.

Al año siguiente, invertí en mi propio vehículo utilitario y actualicé mis tarifas.

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¡La serenidad tiene un precio! Es mejor confiar en el propio equipo que en el de otros.

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